Existen diferentes
contrastes en la educación actual, la del docente recién salido de la
universidad, con una cantidad de herramientas tecnológicas para colocar en
disposición de sus estudiantes, como la de ese profesor, con dos pensiones, que
han ganado con todo el mérito del mundo (educaron a nuestros padres…), que se muestran
reacios a los cambios que la educación exige, sobre todo el método de
enseñanza, la cual no cambiarían por nada del mundo, sin desconocer que el
método tradicional hizo personas más responsables y con una capacidad de
análisis que difícilmente se encontraría en los educandos actuales
(desafortunadamente), aunque esa no es la observación que nos corresponde hacer
en estos momentos.
Hay un elemento que llama
mucho la atención, "El Pizarrón", o el tablero como comúnmente se le
conoce en nuestra patria chica, relata lo que sucedería si este desapareciera
del aula de clases, resultaría algo insólito, para un profesor ¡cierto!,
teniendo presente que ese es el segundo instrumento para dar una clase después
del marcador (tizas), por lo que el pensaría que no se podría desarrollar
ninguna actividad, no por lo menos donde se quiera enseñar algo a los alumnos,
en fin, sería un discurso muy polémico la verdad, lo que hay que analizar más
bien, es como suplir esa necesidad excesiva de ese instrumento, por herramientas
tecnológicas, que en ultimas solo pretenden mejorar el método de enseñanza –
aprendizaje, con el "buen uso de las TIC" ¡ojo!, buen uso, no es
simplemente usar un tablero digital, asistido desde la computadora, y dar
exactamente lo mismo que escribiría en el "Pizarrón", no tiene
sentido, esa no es la forma o lo que se quiere con las TIC, más bien
"diseñar" estrategias novedosas que le permitan al estudiante
interactuar en el proceso de aprendizaje, y mejorar este último, haciendo un
ambiente agradable, e incentivando al estudiante de continuar enriqueciendo sus
conocimientos.